Bienestar en la nieve: los que no esquían aprovechan para cuidarse

  Travel

Bienestar en la nieve: los que no esquían aprovechan para cuidarse

Los que no esquían no tienen por qué quedarse en tierra cuando sus amigos o familia organizan un plan de nieve. Es posible pasarlo igual de bien sin ponerse unas tablas.Andorra es el paraíso de los planes de descanso, naturaleza y gastronomía alrededor de las pistas.

Los aficionados al esquí rara vez perdonan las escapadas de invierno -y primavera, en años como este- o cuando el clima regala nevadas como las que se han vivido fin de semana en pleno marzo. Pero cuando hay tantos días de nieve este deporte puede suponer un motivo de conflicto entre las parejas, familias o grupos de amigos en los que unos esquían y otros no.

Pero las estaciones de nieve son mucho más que pistas y remontes, ofertan planes de descanso, gastronomía, cuidados del cuerpo y circuitos termales que harán que los que no esquían no tengan prisa porque sus acompañantes se quiten las tablas. Entre todos estos destinos en la península ibérica destaca Andorra, que con su mítico Caldea, con un espectacular edificio con torre de 80 metros, inauguraba en los años 90 un nuevo concepto de circuito termal: el de los spas lúdicos, donde no se buscaban aguas medicinales sino el agua como experiencia de relax.

Repasamos en las distintas siete parroquias y sectores (las primeras son delimitaciones parecidas a nuestros municipios; los sectores, las distintas zonas de las estaciones de esquí) de Andorra los mejores lugares para mimarse mientras otros se deslizan por la nieve. Todos ellos están alrededor de Grandvalira, el mayor dominio esquiable de la Península (210 kilómetros esquiables) y del sur de Europa.

HERMITAGE EN SOLDEU

Sport Hotel Hermitage & Spa es el resort con el mayor spa de Andorra: más de 5000 m², divididos en cinco niveles (y el segundo spa más grande después de Caldea). Cuenta con zona de agua -piscinas, chorros de masajes y jacuzzis- a lo que podemos sumar algún tratamiento ello en sus 19 cabinas para mimar cuerpo y alma mediante masajes faciales y corporales. Una de sus piscinas más especiales y más icónicas es la que tienen en el exterior (última foto), para estar viendo las montañas y como la gente se desliza mientras el afortunado está en una piscinita a 26 grados a 1.850 de altura.

PARK PIOLETS EN SOLDEU

En el Park Piolets Mountain Hotel & Spa se encuentra su Spa Wellness, con más de 1000 metros cuadrados de spa con una amplia zona de aguas termales, cabinas de masajes y tratamientos o gimnasio. Su piscina exterior, dentro de un jardín de pinos y rodeado de nieve, es otra experiencia de contraste que merece una visita. A su favor: es uno de los pocos spas de este nivel que reserva una hora para que los niños puedan entrar en compañía de sus padres.

LA JOYA DE GRAU ROIG

Recién renovado en 2013, Grau Roig Boutique Hotel & Spa, es en establecimiento más especial del sector y parroquia de Grau Roig. Ofrece 42 habitaciones con espectaculares vistas a las pistas. Su spa no es especialmente grande pero sí uno de los más cuidados de Andorra con una decoración de piedra y madera, al más puro estilo pirenaico: luces tenues, música agradable.

EN LA NIEVE SE PUEDE COMER MUY BIEN, HASTA CON ESTRELLA MICHELÍN
La gran apuesta, ya una realidad, de Grandvalira en los últimos siete años ha sido crear una red de restauración entre los distintos sectores de la estación con 60 puntos de restauración, donde se encuentran algunos de los restaurantes más buscados de todo Andorra, como el Refugi deI Llac de Pessons, a 2.307 metros de altitud delante de un precioso lago helado. Un restaurante con más de 30 años de prestigio en cocina pirenaica tradicional. Pero a la vez, encontramos gastronomía de primera con un lenguaje actual, como en el antiguo Steak House en Soldeu, que es ahora el Wine & Meat Bar by Jean Leon, un restaurante de tipo bistronómico con producto de gama alta pero con un servicio desenfadado.

La gran apuesta de la temporada, a pie de pistas, ha sido L`Abarset, reformado por completo para convertirse en el templo dorado del après ski premium.

Fuera de pistas, pero a su vera, terminamos visitando de nuevo el Hotel Hermitage, en Soldeu, que se ha convertido en el faro gastro de Andorra con uno de sus restaurantes Ibaya, de Francis Paniego, que ha logrado su estrella Michelin en solo un año, una estrella que no volvía a recalar en Andorra desde 2004. Pero el idílico hotel de montaña ofrece mucho más en el plano gastronómico con sus otros restaurantes: el Hermitage Tradición, el Glassbar, el Sol y Nieve, el Club Hermitage y el Gormanderie, también dirigidos por Paniego, y el restaurante Koy Hermitage conducido por el chef Hideki Matsuhisa.

Un poco más alejado del entorno de pistas es imprescindible un paseo por el valle de Incles, considerado por muchos el más bonito de los todos los Pirineos. Algo similar ocurre en L’Ovella Negra, un maravilloso refugio de montaña, apto para cualquier estación en el valle y que, al igual que él, ofrece distintas experiencias según la época. En invierno es un auténtico placer refugiarse en la calidez de sus salones después de un paseo de raquetas de nieve, o una comida o cena en sus mesas de montaña compartidas. La sobremesa, alrededor de su fuego, sabiendo que luego una máquina retrack acondicionada les recogerá y les dejará al pie del pueblo, invita a relajarse de verdad.

La oferta de ocio, naturaleza, gastronomía es enorme en un país como Andorra de tan solo 468 km. que demuestra que si alguien no va, será porque no está en sus planes, pero la excusa de no saber o no querer esquiar ya no podremos darla por buena.

TEXTO PROPIEDAD de: https://www.telva.com/bienestar/2022/03/27/623c877c02136e95398b4625.html